La mar de...'a gustito'

¡Vaya fin de semanita!. ¡Esto si que es vida!. Lo malo de ésto es que a lo bueno se acostumbra uno muy pronto y las vacaciones todavía no han llegado del todo...Con fines de semana tan intensos como éste necesita uno varios días para recuperarse.

La primera parada se produjo el sábado en Archena en el X0 cumpleaños de Paquito, donde pasamos parte del día y nos inflamos a comer, para variar. Solamente pude degustar la primera de las paellas de lo empachado que estaba. Lo mejor de esta reunión anual, que anda ya por su tercera edición, es que cada año hay más niños, con lo cuál me lo paso mejor. Este año me ligué a esa preciosidad pelirroja de la foto, Almudena, que se convertirá sin duda en una Nicole Kidman en versión murciana y será toda una rompecorazones. También se aprecia que el tiempo pasa en un abrir y cerrar de ojos y Alberto está precioso y tiene ya seis meses...

Tras la fiesta archenera tocaba cambiar el Valle de Ricote por el Mar Menor porque María celebraba su 3X cumpleaños (dejémoslo así). En este caso el plato principal de la celebración fue sardinas a la plancha (todo un clásico veraniego). Estaban deliciosas...Volví a ver a Estella (no lo había hecho desde el día de su bautizo) y me encontré a otra niña, mucho más cambiada, guapísima....También mi ahijado Hugo y su hermana Candela estaban para comérselos (y ésta última hasta me da besos, por fin!!!!...).

Y tras dormir en CT al son de La Mar de Músicas, para estar próximo a la costa, esta mañana hice el amago de visitar el nuevo Museo del Teatro Romano. Las colas eras considerables (la visita ha sido gratuita este finde), con lo cual habrá que volver otro día. El edificio de Moneo es bonito y se accede directamente desde la Plaza del Ayto al Teatro por un subterráneo. Tengo curiosidad por ver cómo ha quedado todo por las numerosas piezas arqueológicas que iban rescatando del teatro que ahora deben estar en el museo, ya que han sido más de veinte años de excavaciones de las que he presenciado parte.

El fin de semana ha terminado con un paseo en barco por el Mar Menor gracias a Pablo. He acabado algo chamuscao por el solete que hacía y la brisa marina pero es increíble lo que se disfruta saliendo en barco. Nada más llegar aperitivo en cubierta camino a la Cala del Pino (desde que era pequeño no iba por allí). Un baño bien saladito en el Mar Menor para después comer. Siesta en la cubierta del barco y luego dentro con un buen libro. Parada en el club naútico para tomar café y vuelta a vela (como mola) viendo el bonito atardecer del Mar Menor. ¡Esto es vida!.