viernes, 11 de julio de 2008

The dead girl / Aritmética Emocional


Es verano y apetece irse a la cama más tarde, así que anoche tocó de nuevo ración doble de buen cine. Podemos decir que fue bueno porque sobreviví a casi cuatro horas de sofá sin dar una cabezadita, a pesar del cansancio,...Os cuento detalles...

'The dead girl' es un thriller inteligente, de lo mejorcito de este año (aunque nos llega con más de un año de retraso) junto a 'Antes de que el diablo...". Nos cuenta cinco historias, al principio independientes la una de la otra, que poco a poco van interrelacionándose a lo largo del film. Digamos que se centra en cinco personajes. El principal es 'La extraña', interpretado por Toni Colette ('La boda de Muriel', 'El sexto sentido', 'Pequeña Miss Sunshine'...) que descubre el cadáver de 'Una Chica muerta' (Brittany Murphy) , lo cuál le genera un escape a la presión sufrida por el cuidado de su insoportable 'madre' (Piper Laurie). Nos faltan un par de historias más para completar el quinteto, la de la 'hermana' y la de una 'esposa'.


La película es bastante lenta en determinados momentos y a veces oscura. Lo mejor de ella es Toni Colette, junto a Brittany Murphy y Rose Byrne. También tenemos al hijastro de la Streisand, Josh Brolin ('No es país para viejos'), que este año al parecer sale en todas las pelis, y a James Franco (el enemigo de Spider Man).

Se trata del segundo largometraje de Karen Moncrieff, especialista en narrar los entresijos de personas que crecen en entornos disfuncionales como los de la serie 'A dos metros bajo tierra', donde dirigió varios capítulos.



Respecto a la segunda película, 'Aritmética Emocional' antes de verla ya tenía una buena impresión preconcebida que acabó permaneciendo tras verla. Este film canadiense es una historia de redención, cicatrización y reconciliación que surge a partir de la reunión de tres supervivientes de Drancy, el campo de reclusión instalado por los alemanes en las afueras de París durante la II Guerra Mundial. La Sarandon está magnífica en la película y es la única mujer en el reparto. Eso sí acompañada por hombres de la talla de Cristopher Plummer, un anciano Max Von Sydow y Gabriel Byrne. No obstante os quedariáis con el hijo encarnado por el francés Roy Dupuis, recién llegado al cine procedente de series de TV como 'Nikita'.

Es increíble ver como el pasado reflota en el presente en una tierna e inesperada historia de amor. Tan real como la vida misma. ¿Es que hay heridas que nunca se cierran a pesar del paso de los años? ¿Hasta qué punto conocemos los que piensa la persona que está a nuestro lado? ¿Son las relaciones que han nacido en etapas de sufrimiento y horror distintas?.

Todos esos temas, desarrollados en un paraje precioso de Quebec que dota al film de una fotografía fantástica, hacen que sea una peli entrañable, de verdad. No está mal para un director novel como Paolo Barzman.

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