Estos últimos días han sido muy intensos. Aunque como todo lo bueno, se acaba pronto. A pesar de que esta pequeña escapada ha sido con la agenda repleta de cosas por hacer ha merecido la pena. Lo peor de todo esto es que luego cuesta irse una enfermedad. ¡Me cago en tó!.
El jueves aterricé en el magnífico aeropuerto de SJV donde me esperaban mis padres, mi hermana y mi cuñado. Tengo que decir que me hizo especial ilusión ver a mi padre (era la primera vez en su vida que pisaba un aeropuerto), sobre todo por lo preocupadillos que hemos estado los últimos meses por él. Volar con 'Ryan' es toda una experiencia. Son puntuales, el aeropuerto de Luton es pequeño con lo cuál es una gozada, y el recorrido en bus de Oxford a Luton es una pasada por los paisajes tan chulos que hay en el trayecto. Lo más curioso de Ryanair es que, aunque lleves priority en el embarque, en cuanto se abre la veda para entrar al avión todo el mundo sale corriendo para pillar un buen sitio. Me sentí un poco bicho raro porque era el único español en el avión y estaba rodeado de jubilados ingleses que venían a nuestra costa huyendo de la triste y gris England.
El viernes tuve que currar bastante, al igual que el sábado por la mañana. Al fin y al cabo este viaje lo ha patrocinado ENAE y había que hacerlo.
Luego la tarde del sábado llegó el desparrame. No era para menos. Se casaba Ester en la iglesia de San Nicolás y, sin apenas descansar, empezó una maratón que duró hasta casi las 5 de la mañana de la que todavía no me he recuperado. Era la primera vez que asistía a una boda rociera. Fué muy bonita. Me hizo mucha ilusión ser unos de los múltiples testigos y firmar el acta. Más tarde después de una parada en los nueve pisos para calentar motores nos fuimos a El casón de la Vega donde se celebró el evento. Las fotos muestran lo bien que lo pasamos.
Tuvimos tablao flamenco y más tarde bailamos guiados por un DJ algo insoportable, todo hay que decirlo. Lo más chocante de la noche el detalle de poner esparteñas (hasta la talla 40, ¡me cachis!) para que las chicas descansaran de sus tacones y se lanzaran a la pista de baile. Todo se cuidó al detalle. Como os podéis imaginar el domingo tocó una resaca del quince y una profunda afonía.
Estos dos días he conocido también a unos alumnos muy peculiares, los del Master en Cooperación y Desarrollo Económico. Entre ellos hay un filósofo argentino que es la caña (si eres filósofo te gusta debatir y hablar y si a ello le añadimos el ser argentino eso ya es la repera, porque a ver quien me niega que a los argentinos no les gusta hablar....). ¡Cómo se echa de menos dar clase!. Sobre todo con gente así.
That's all folk!. Me voy de nuevo al exilio pero volveré. Como se notan los años. Cada vez me cuesta mas estar lejos de casa y de 'my little family', al menos por tanto tiempo...
El jueves aterricé en el magnífico aeropuerto de SJV donde me esperaban mis padres, mi hermana y mi cuñado. Tengo que decir que me hizo especial ilusión ver a mi padre (era la primera vez en su vida que pisaba un aeropuerto), sobre todo por lo preocupadillos que hemos estado los últimos meses por él. Volar con 'Ryan' es toda una experiencia. Son puntuales, el aeropuerto de Luton es pequeño con lo cuál es una gozada, y el recorrido en bus de Oxford a Luton es una pasada por los paisajes tan chulos que hay en el trayecto. Lo más curioso de Ryanair es que, aunque lleves priority en el embarque, en cuanto se abre la veda para entrar al avión todo el mundo sale corriendo para pillar un buen sitio. Me sentí un poco bicho raro porque era el único español en el avión y estaba rodeado de jubilados ingleses que venían a nuestra costa huyendo de la triste y gris England.
El viernes tuve que currar bastante, al igual que el sábado por la mañana. Al fin y al cabo este viaje lo ha patrocinado ENAE y había que hacerlo.
Luego la tarde del sábado llegó el desparrame. No era para menos. Se casaba Ester en la iglesia de San Nicolás y, sin apenas descansar, empezó una maratón que duró hasta casi las 5 de la mañana de la que todavía no me he recuperado. Era la primera vez que asistía a una boda rociera. Fué muy bonita. Me hizo mucha ilusión ser unos de los múltiples testigos y firmar el acta. Más tarde después de una parada en los nueve pisos para calentar motores nos fuimos a El casón de la Vega donde se celebró el evento. Las fotos muestran lo bien que lo pasamos.
Tuvimos tablao flamenco y más tarde bailamos guiados por un DJ algo insoportable, todo hay que decirlo. Lo más chocante de la noche el detalle de poner esparteñas (hasta la talla 40, ¡me cachis!) para que las chicas descansaran de sus tacones y se lanzaran a la pista de baile. Todo se cuidó al detalle. Como os podéis imaginar el domingo tocó una resaca del quince y una profunda afonía.
Estos dos días he conocido también a unos alumnos muy peculiares, los del Master en Cooperación y Desarrollo Económico. Entre ellos hay un filósofo argentino que es la caña (si eres filósofo te gusta debatir y hablar y si a ello le añadimos el ser argentino eso ya es la repera, porque a ver quien me niega que a los argentinos no les gusta hablar....). ¡Cómo se echa de menos dar clase!. Sobre todo con gente así.
That's all folk!. Me voy de nuevo al exilio pero volveré. Como se notan los años. Cada vez me cuesta mas estar lejos de casa y de 'my little family', al menos por tanto tiempo...
5 comentarios:
No doy crédito con lo de las alpargatas, porke eso son alpargatas de colorines.
Esperemos ke haya cogido fuerzas en su estancia en estenuestro planeta.
El traje de la novia es el mismo que llevó mi amiga Mely en su boda
El traje de novia era muy bonito, tengo que reconocerlo y lo de las alpargatas de colores me sorprendió mucho. Quedó muy murciano...
En estenuestro planeta se cogen fuerzas, pero lo peor es 'volver' a ese exilio a ese país tan ñoño...
Animo, solo te quedan 3 semanas para volver a la güerta otra vez, una curiosidad el que se tapa disimuladamente la cara ¿es el que anda siempre 3 pasos por detrás?
Creo que te has equivocado, se la ha tapado por timidez. El que tu piensas no te tapa nada...
Publicar un comentario