Pues sí, la primavera está a la vuelta de la esquina y con ello nos deja estampas preciosas en la ciudad. Todo se transforma. A mi vuelta de vacaciones me encontraré un nuevo Oxford, todo el mundo me lo dice por aquí. Se organizará un concurso entre todos los colleges donde se premiará en junio a la mejor decoración primaveral de los jardines. Todo un acontecimiento.
Por la mañana se nota que amanece muy temprano (sobre las 6) y uno se desvela bien pronto escuchando a los pajaritos cantando sin cesar que a veces dan ganas de estrangular, por muy bonito que sea. Las tardes se alargan y por fin uno consigue salir de la universidad disfrutando de la última luz del día. A la vuelta, con la hora cambiada, dormiré mejor (espero) y anochecerá sobre las 21. Un poco rollo porque la hora de la dinner no la cambian y la gente sigue cenando a las 19:30 aunque después decidan salir a tomar algo.
Tras una semana algo pocho por las dichosas amigdalas ya he vuelto a retomar la actividad normal, aunque por poco tiempo, porque la vuelta a España por un tiempo está cercana. Estaré casi un mes en mi planeta murciano. Disfrutando del solanero, de los constipados tontos, de la Semana Santa, de la beach, del bando y haré de nuevo una visita a Granada.
Ya han pasado seis meses por estas tierras. El tiempo pasa rapidísimo, vaya que si pasa. Esta mañana he decidido cortarme el pelo tras más de 3 meses y al verlo caer he pensado lo mayor que me estoy haciendo. Solo veía caer pelo blanco de los laterales. Me estoy haciendo viejuno.
El Hilary Term ha terminado. En la ciudad no queda ni el tato, solo turistas. El sábado los papas vinieron a recoger a sus nenes para llevárselos a casa por un mes, que es lo que dura este break. Oxford sin ellos está muerto. Es el momento de los rodajes de películas, de las visitas de turistas durante todo el día para recaudar dinero, ...
Pero bueno, no me quejo, que llevamos 3 días de sol y mejor que la cosa no se tuerza. Los parques están repletos de gente tumbada leyendo, haciendo picnic. Los enamorados ocupan los bancos, las hormonas andan alteradas y las alergias a flor de piel.
¡Que poquito me queda para volver!
Por la mañana se nota que amanece muy temprano (sobre las 6) y uno se desvela bien pronto escuchando a los pajaritos cantando sin cesar que a veces dan ganas de estrangular, por muy bonito que sea. Las tardes se alargan y por fin uno consigue salir de la universidad disfrutando de la última luz del día. A la vuelta, con la hora cambiada, dormiré mejor (espero) y anochecerá sobre las 21. Un poco rollo porque la hora de la dinner no la cambian y la gente sigue cenando a las 19:30 aunque después decidan salir a tomar algo.
Tras una semana algo pocho por las dichosas amigdalas ya he vuelto a retomar la actividad normal, aunque por poco tiempo, porque la vuelta a España por un tiempo está cercana. Estaré casi un mes en mi planeta murciano. Disfrutando del solanero, de los constipados tontos, de la Semana Santa, de la beach, del bando y haré de nuevo una visita a Granada.
Ya han pasado seis meses por estas tierras. El tiempo pasa rapidísimo, vaya que si pasa. Esta mañana he decidido cortarme el pelo tras más de 3 meses y al verlo caer he pensado lo mayor que me estoy haciendo. Solo veía caer pelo blanco de los laterales. Me estoy haciendo viejuno.
El Hilary Term ha terminado. En la ciudad no queda ni el tato, solo turistas. El sábado los papas vinieron a recoger a sus nenes para llevárselos a casa por un mes, que es lo que dura este break. Oxford sin ellos está muerto. Es el momento de los rodajes de películas, de las visitas de turistas durante todo el día para recaudar dinero, ...
Pero bueno, no me quejo, que llevamos 3 días de sol y mejor que la cosa no se tuerza. Los parques están repletos de gente tumbada leyendo, haciendo picnic. Los enamorados ocupan los bancos, las hormonas andan alteradas y las alergias a flor de piel.
¡Que poquito me queda para volver!
2 comentarios:
Mi vida es una cuenta atrás hacia el Bando, jooder!!
Con casi un mes se recarga las pilas en el Planeta un año entero.
Porrr cier; lo de premiar jardines es una mariconada. Fina, pero mariconada.
Cuando vuelvas te encontraras con noticias académicas tan pintorescas, como que un estudiante de la Universidad de Sevilla ha dedicado su tesis doctoral a analizar el fenómeno Belén Esteban. A ver si nos tomamos unas tapitas, que tengo mucho que contar...pero seguro que vendrás y no te veré el pelo...aunque sea canosillo...
Besos
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