viernes, 22 de agosto de 2008

Praha-Vienna-Budapest express!


¿Os pensabais que os habíais librado de mí?, ¿Eh?. Pues no. Llevo varios días sin escribir por aquí y daros la lata y razones las ha habido y múltiples.

Estos días estuve de viaje con Gustavo, Ana y Lola por Centro Europa donde hemos visitado Praha-Vienna y Budapest. Tengo que pedirles perdón porque por razones varias no he podido disfrutar del viaje en su plenitud y me imagino que ellos no me han visto en mi salsa, como me suele pasar cuando me marcho de viaje. Que prometo que cuando viajo suelo ser divertido...




Partimos el día 11 de agosto de la calurosa Murcia en dirección a Madrid para volar directamente a Praha. Lo peor de aquel día fue, sin duda, dejar a Luna en Chucho's. No sé si lo llevaba peor ella o sus padres, pero el caso es que allí se quedó llorando ante el abandono que tras la vuelta sigue sin perdonar.

Praha es una ciudad preciosa, no lo pongo en duda, pero los checos tienen muy mala leche. Nos dijeron que justifican su carácter con el hecho de la desconfianza por lo acontecido en sus periodos del comunismo, pero creo que ya han pasado unos años de eso y que se trata simplemente de su carácter frío y nada más.



La ciudad parece un parque temático con cuatro grandes zonas para visitar. Está llena de bonitas iglesias y sitios recónditos con unas vistas alucinantes. Por aquellas tierras estuvimos tres días que dieron mucho de sí para visitarla, aunque nos quedó ir a alguna función de marionetas o de teatro negro. Una visita obligada en la república checa es la ciudad balneario de Kalovy Vary. Una pasada...

Tras esos días el viernes partimos hacia Budapest haciendo escala en la señorial Viena. Tuvimos solamente 3 horas libres en aquella ciudad pero aproveché mi memoria (estuve allí hace dos años) para hacer un periplo rápido por la city. Entramos a la catedral, fuimos a la plaza del ayuntamiento donde tomamos un lunch de los más internacional, paramos en el museo de Sissy y degustamos el café vienés y la deliciosa tarta Sacher en el hotel del mismo nombre. ¡Menudo estres!.




El mismo viernes por la noche llegamos a Budapest. Tengo que reconocer que es la ciudad que más me ha gustado. Esa ciudad es un diamante en bruto. Con el mogollón de fondos europeos que está recibiendo Hungría, dentro de diez años será de las ciudades más bellas de la nueva Europa. Un par de días por allí y vuelta el lunes para España. Las chicas se lo pasaron de maravilla en Budapest también y tuvieron su momento de gloria (a lo Top Gun) con los pilotos que andaban por la ciudad para celebración de San Nicolás haciendo exhibiciones aéreas a lo largo del Danubio (¿lo vemos todos azul ya?).

Hoy debería estar en London pero no es así. Una serie de acontecimientos anularon el viaje. Eso sí, Luna está encantada de haberse librado de siete días más de residencia y poder estar conmigo aquí. Tiene un trauma del quince por si es abandonada de nuevo!. Vamos, papitis aguda, tras pasar estos días de campamento...


Como podeis ver en las fotos merece la pena. Mucha cerveza de medio litro (a este paso voy a tener que ir al Lidl a comprarme las latas gigantes de Pilsen), mucha iglesia (por dios, que estas muchachas tengan ya un maromo decente que mirad como rezaron en todas....), muchas risas a pesar de mi desgana (Lola es tremenda) y mucha paciencia la que han tenido conmigo (sobre todo Gustavo)...

El guía plasta que teníamos en las visitas panorámicas contaba 'historias para dormir'.Todas las frases las acababa con la coletilla: ¿saben lo que les digo? y tenía una risa muy falsa...Es un rollo viajar con una mayorista pero, las cosas son así, te puede salir incluso más barato que organizarlo por tu propia cuenta. Eso sí, pasando tres pueblos de las excursiones que te ofrecen para llenar sus arcas.






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