¡Faltan 12 días para que ésto llegue a su fin!. ¡Que lento se ha hecho a veces y que rápido ha pasado el tiempo de vez en cuando!. Todo depende del estado de ánimo y del momento.
No puedo cerrar mi estancia por aquí sin hablar del 123 de Charles St. en OX4 (el 4 es la numeración que tiene la zona donde vivo en Ox, pasado el Magdalen Bridge). Cuando busqué mi apartamento lo hice totalmente a ciegas, por internet, y, como conté en su día, tuve mucha suerte. Me situé a 5 minutos del trabajo en bici, a 5 del centro, a 1 minuto del centro deportivo, etc.
Lo mejor fue sin duda descubrir que la "mafia" española se ubicada en la misma zona que yo y que cerca de casa, a unos minutos, existían varias casas llenas de españolitos donde la alegría es, por supuesto, la nota imperante en todo momento. El 123 de Charles St es una de ellas. Es una casa para rodar una teleserie. En ella, por supuesto, hay mucha rotación pero siempre sus inquilinos han sido españoles. Actualmente habitan en ella Raquel (la primera chica española que conocí en Oxford), Sandra (ya no recuerdo cuando la conocí pero saltaron chispas), Jaime (es el que paga el alquiler de todo y lleva las cuentas y nunca está) y otro chico que se integra menos que es de Valencia y está todo el rato haciendo meditación, comiendo en plan vegetariano y todos esos affaires. Hasta hace poco estaba con ellos Ángel, que ha vuelto a España y no sabemos si volverá pero se le echa de menos, todo hay que decirlo.
El último episodio fue de culebrón. Sandra volvía a Spain pero una semana antes de irse conoció a un chico (tras casi 3 años por aquí). Angelito sustituía a Sandra alquilando su habitación. ¿Que es lo que pasó?. Pues que Sandra volvió a Spain pero transitoriamente y ahora está de vuelta (no están las cosas para menos) y el que no está es Angel porque ha tenido que volver a España pero a lo mejor vuelve, etc. Imaginaros el caos que supone tanta i/v por una casa. Caos en el buen sentido, porque eso se traduce en jolgorio, buenos momentos y mil historias que contar. He de decir que yo también estuve pasando unos días en 123 Charles St. cuando tenía mi apartamento lleno de gente.
Pero no todo es el "123". Cerca de esa casa hay muchas más y esa casa es digna de tener su spin off. Está la casa donde viven Duncan (South Africa), que nunca tiene el "chocho pa farolillos", Alejandra, Junior (Brasil) y el Chino Mandarín (no me sé el nombre porque siempre está en la cocina y no he tenido la oportunidad de hablar con él). Ahora ha llegado Carmen desde San Lúcar y se ha marchado Patricia. En esa casa es special guest de vez en cuando "La Montse", que trabaja en el servicio de ambulancias del NHS....¿Creéis que uno puede aburrirse por aquí?...
El pasado domingo Raquel decidió convocar a toda la comuna en su casa para comer paellita (que hicimos a medias, eh?) y disfrutar de una barbacoa. Se juntaron ambas casas y mucha más gente del barrio. ¡Vino hasta su jefe!. Echamos de menos a Sandra (que curraba) y a Angel que nos dejó el pasado jueves, pero hubo sus buenos momentos. Carne, arrocito, vino, cerveza, y otras cositas que hicieron que la sobremesa se alargara á la española. Por supuesto no faltó la guitarra tocada con mucho arte por una chaval de Sevilla.
No puedo cerrar mi estancia por aquí sin hablar del 123 de Charles St. en OX4 (el 4 es la numeración que tiene la zona donde vivo en Ox, pasado el Magdalen Bridge). Cuando busqué mi apartamento lo hice totalmente a ciegas, por internet, y, como conté en su día, tuve mucha suerte. Me situé a 5 minutos del trabajo en bici, a 5 del centro, a 1 minuto del centro deportivo, etc.
Lo mejor fue sin duda descubrir que la "mafia" española se ubicada en la misma zona que yo y que cerca de casa, a unos minutos, existían varias casas llenas de españolitos donde la alegría es, por supuesto, la nota imperante en todo momento. El 123 de Charles St es una de ellas. Es una casa para rodar una teleserie. En ella, por supuesto, hay mucha rotación pero siempre sus inquilinos han sido españoles. Actualmente habitan en ella Raquel (la primera chica española que conocí en Oxford), Sandra (ya no recuerdo cuando la conocí pero saltaron chispas), Jaime (es el que paga el alquiler de todo y lleva las cuentas y nunca está) y otro chico que se integra menos que es de Valencia y está todo el rato haciendo meditación, comiendo en plan vegetariano y todos esos affaires. Hasta hace poco estaba con ellos Ángel, que ha vuelto a España y no sabemos si volverá pero se le echa de menos, todo hay que decirlo.
El último episodio fue de culebrón. Sandra volvía a Spain pero una semana antes de irse conoció a un chico (tras casi 3 años por aquí). Angelito sustituía a Sandra alquilando su habitación. ¿Que es lo que pasó?. Pues que Sandra volvió a Spain pero transitoriamente y ahora está de vuelta (no están las cosas para menos) y el que no está es Angel porque ha tenido que volver a España pero a lo mejor vuelve, etc. Imaginaros el caos que supone tanta i/v por una casa. Caos en el buen sentido, porque eso se traduce en jolgorio, buenos momentos y mil historias que contar. He de decir que yo también estuve pasando unos días en 123 Charles St. cuando tenía mi apartamento lleno de gente.
Pero no todo es el "123". Cerca de esa casa hay muchas más y esa casa es digna de tener su spin off. Está la casa donde viven Duncan (South Africa), que nunca tiene el "chocho pa farolillos", Alejandra, Junior (Brasil) y el Chino Mandarín (no me sé el nombre porque siempre está en la cocina y no he tenido la oportunidad de hablar con él). Ahora ha llegado Carmen desde San Lúcar y se ha marchado Patricia. En esa casa es special guest de vez en cuando "La Montse", que trabaja en el servicio de ambulancias del NHS....¿Creéis que uno puede aburrirse por aquí?...
El pasado domingo Raquel decidió convocar a toda la comuna en su casa para comer paellita (que hicimos a medias, eh?) y disfrutar de una barbacoa. Se juntaron ambas casas y mucha más gente del barrio. ¡Vino hasta su jefe!. Echamos de menos a Sandra (que curraba) y a Angel que nos dejó el pasado jueves, pero hubo sus buenos momentos. Carne, arrocito, vino, cerveza, y otras cositas que hicieron que la sobremesa se alargara á la española. Por supuesto no faltó la guitarra tocada con mucho arte por una chaval de Sevilla.
2 comentarios:
Menuda vidorra!
¿ Pero usted se fue a trabajar o a vivir la buena vida?
Esa paella en Inglaterra!!! Cuando vaya espero pasarmelo igual de bien. xD. Voy a ir a aprender ingles en el extranjero, espero que me quede bastante tiempo para disfrutar.
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