¡Qué rápido han pasado las vacaciones!. Había tanto por hacer y tan poco tiempo. Recién llegado a Oxford pienso que necesito un descanso a raíz de todas las cosas que he hecho estos días, descanso que no me puedo tomar por lo apretada que será la agenda los próximos meses. Al final solo me tomé una semana de "descanso" en La Manga donde agarré una afonía del quince por el mal tiempo que hizo. El resto del tiempo: departamento, congreso en Graná y mil cosas más.
La vuelta no podía haber sido mejor. Esto no parecía England, era un país diferente. De verdad compruebas que las Cuatro Estaciones existen de veras. Nada más aterrizar descubrí que en las Islas anochece sobre las 21, lo cuál es todo una gozada y que el termómetro ha subido casi diez grados. Para un murciano eso supone aligerar un poco la ropa pero sin pasarse, para un inglés es ir con bermudas y chancletas por la calle (vamos, ¡Como si estuviésemos a cuarenta grados!).
Solo me quedan un par de meses raspadillos para disfrutar de esta maravillosa ciudad. Estos meses tengo un par de excusiones a Madrid por temas de trabajo y un congreso en Boston, con lo cuál eso resta el tiempo que voy a pasar por aquí. Mi apartamento nunca ha llegado a ser mi verdadero hogar por múltiples razones, pero ya no supone un trauma estar viviendo en él. Es cierto que el ver que los días son más largos, que un sol radiante aparece a veces y que uno ya tiene algunos lazos en este país hacen que todo resulte más llevadero.
Os dejo algunas postales primaverales de la ciudad. Prometo machacaros con más porque todo esto está lleno de paisajes pintorescos y estoy obligado a salir por las múltiples visitas que voy a recibir en estos meses. Atrás queda el crudo invierno que podéis ver en este vídeo, aunque no cantemos victoria que el año pasado nevó en mayo.
La vuelta no podía haber sido mejor. Esto no parecía England, era un país diferente. De verdad compruebas que las Cuatro Estaciones existen de veras. Nada más aterrizar descubrí que en las Islas anochece sobre las 21, lo cuál es todo una gozada y que el termómetro ha subido casi diez grados. Para un murciano eso supone aligerar un poco la ropa pero sin pasarse, para un inglés es ir con bermudas y chancletas por la calle (vamos, ¡Como si estuviésemos a cuarenta grados!).
Solo me quedan un par de meses raspadillos para disfrutar de esta maravillosa ciudad. Estos meses tengo un par de excusiones a Madrid por temas de trabajo y un congreso en Boston, con lo cuál eso resta el tiempo que voy a pasar por aquí. Mi apartamento nunca ha llegado a ser mi verdadero hogar por múltiples razones, pero ya no supone un trauma estar viviendo en él. Es cierto que el ver que los días son más largos, que un sol radiante aparece a veces y que uno ya tiene algunos lazos en este país hacen que todo resulte más llevadero.
Os dejo algunas postales primaverales de la ciudad. Prometo machacaros con más porque todo esto está lleno de paisajes pintorescos y estoy obligado a salir por las múltiples visitas que voy a recibir en estos meses. Atrás queda el crudo invierno que podéis ver en este vídeo, aunque no cantemos victoria que el año pasado nevó en mayo.
5 comentarios:
Espero que tu "returns" sea fructífero.
Un besazo,
ME
Esperemos que sea fructífero y sin grandes sorpresas. Crucemos los dedos. Me alegró mucho comer contigo...
La alegría es compartida. Doy el pego con la camiseta del Magdalen College. Parezco una estudiante de Oxford.
Besos,
ME
me alegro...soy te falta la skirt que llevan las deportistas ...
Irse a descansar a La Manga rekiere de un grado de masokismo considerable.
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